El problema Árabe-Israelí: La cuestión Palestina.

A finales de la Primera Guerra Mundial la Sociedad de Naciones colocó a Palestina bajo la administración de Gran Bretaña. El gobierno británico se había comprometido a establecer un hogar nacional judío en Palestina, a través de la declaración emitida por el secretario del Ministerio de Relaciones Exteriores británico Arthur Balfour, el 2 de Noviembre de 1917.

La población autóctona de Palestina, cuyos antepasados habitaban el país desde hacía dos mil años, consideró que la oferta de Gran Bretaña hacia el pueblo judío representaba una violación a los derechos naturales e inalienables de los palestinos.
también consideraron que esta resolución constituía una infracción de las garantías de independencia que las potencias aliadas habían ofrecido a los dirigentes árabes a cambio del apoyo que éstos les otorgaron durante la guerra, por lo que manifestaron una creciente resistencia al Mandato de Gran Bretaña.

De 1922 a 1947 se produjo una inmigración judía en gran escala hacia Palestina, procedente sobre todo en Europa Oriental, y que se intensificó durante la persecución nazi de los judíos. La voluntad de independencia de los palestinos y su resistencia a la inmigración judía llevó a la rebelión de 1937, que fue seguida por continuos actos de terrorismo y violencia por parte de árabes y judíos.

Creación del Estado de Israel: Al término de la Segunda Guerra Mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución que disolvía el Mandato británico sobre Palestina y el 29 de noviembre de 1947 aprobó la partición de Palestina en 2 Estados independientes: uno árabe-palestino y el otro judío, con Jerusalén como la capital internacionalizada.

El plan de partición no fue aceptado por los palestinos ni por los Estados árabes, por lo que después de que fuera aplicada la Resolución de la ONU aumentaron los conflictos en la región.

El Estado judío proclamó su independencia el 14 de mayo de 1948 y creó el Estado de Israel mediante una sucesión de guerras, Israel amplió el control territorial hasta llegar a ocupar la totalidad de Palestina. Así, el Estado árabe palestino previsto en el plan de partición de la ONU nunca apareció en el mapa del mundo por lo que, durante los años posteriores y hasta la actualidad, el pueblo palestino ha luchado por su derecho a recuperar un Estado propio.

Internacionalización del conflicto: El conflicto árabe-israelí adquirió un carácter multilateral con la participación de otros estados interesados, como Egipto, Jordania, Líbano y Siria, así como las superpotencias de los bloques capitalistas y socialistas.

Para la Unión Soviética, el Medio Oriente constituía su zona de influencia estratégica; armó a varias naciones  árabes, como Egipto, Libia e Iraq, y estableció tratados de cooperación y amistad con diferentes gobiernos de la zona. Estados Unidos intervino e este conflicto desde la Segunda Guerra Mundial con su política neocolonialista, mediante la cual otorgó apoyo económico y militar a algunas naciones de la zona, como Israel, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes. El objetivo del gobierno norteamericano era mantener una presencia que se opusiera a la URSS, así como asegurarse un abastecimiento constante de petróleo.

Guerras árabes-israelíes: El 26 de julio de 1956 Egipto proclamó la nacionalización de la Compañía del Canal de Suez, lo que ocasionó problemas respecto de las fronteras entre Egipto e Israel y Jordania e Israel. El 29 de octubre de ese año tropas israelíes penetraron en territorio egipcio violando el acuerdo de armisticio que existía entre ambas naciones..

Francia y Gran Bretaña apoyaron a Israel e iniciaron ataques aéreos sobre territorio egipcio; la crisis terminó con el despliegue de las fuerzas de emergencia de la ONU.